Cuando le dije a Roberto sobre la posibilidad de que algunos amigos pudiéramos escribir en su blog “Quijotismo”, que él hace desde Mérida donde radica desde hace poco, pensé que debiéramos, cada uno a sumanera, hablar sobre el modo y las circunstancias en que conocimos a este “tipo”: escritor, trovador, realizador, poeta, pintor y un largo etcétera (como diría cierto personaje de la Televisión Cubana) y también sobre el entorno en que alguna vez nos encontramos y hemos andado todos estos años, ya bien largos. Yo lo conocí casi en la infancia en Guantánamo, nuestra ciudad natal, donde crecimos hasta que decidimos abandonarla ya adultos, padres, casi abuelos. Pero, de pronto, me sorprendo traicionado una vez más por la memoria porque de ningún modo puedo recordar exactamente cuando conocí a Robertico y a Marito (su hermano), en aquellos tiempos eran inseparables y aunque muy distintos, algunos los confundían confrecuencia. Fue en la secundaria. En la “Rafael Orejón Forment” que fuera la sede del exclusivo “Colegio Americano Sarah…algo” un apellido anglosajón que de seguro tenía algo que ver con las cenizas, pero ahora mismo no tengo a quien preguntarle y nosotros –ellos y yo- nunca tuvimos la oportunidad de pagar la matrícula. Pero “llegó el comandante…”La amistad creció rápido junto a los intereses y de la Orejón quedan un millón de recuerdos. Entre los más hermosos, aquella tarde del sesenta y pico en que Los Golpes tocaban el Honky Tonk Women de “LosRolling” (Stones) en la misma entrada de la secundaria. La calle Máximo Gómez estaba llena de adolescentes que gritaban y bailaban imitando a las fans de los de Liverpool. Nosotros, “los socios”, bien cerca, sin mezclarnos con la masa alucinada, nos enorgullecíamos de aquel rock incipiente y pueblerino solo porque Los Golpes eran nada menos que Angel Savón en el bajo, Catalá en la batería, David –genial-en la guitarra prima y Roberto – el de nosotros- cantando al frente en su primer inglés (que era también el nuestro) con un micrófono inaudible.Ese no fue el primer día, pero si probablemente el primer mínimo, humilde, orgullo.
Los Golpes fue un grupo de rock guantanamero que se conocía muy bien por la calidad de sus músicos y su repertorio. Tuvo diferentes etapas. Fuí el cantante de la segunda versión. El primero fue un joven al que llamaban Pile,y tenía una voz privilegiada.
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