El tema de este loco es el mar y dedica muchas horas a observarlo en toda su extensión, y dentro de si mismo. Villamil es el pintor de las mareas, los atardeceres y amaneceres marinos, de los desastres éticos y ecológicos en el litoral de Cuba, su país de nacimiento, y también su patria y su hogar. Aquí está uno de los últimos documentales que realicé en la isla grande, Villamil, un trabajo dedicado a una de las personas mas nobles que he conocido, a un hombre que cultiva la amistad con una dedicación que pudiera decirse detallista. Las marinas de Villamil escudriñan el paisaje de las costas cubanas, sus colores, luces, sombras y formas, pero también se acercan a la historia violenta de otros tiempos, a los colores cegadores de aquella etapa sangrienta de la historia, y también a los hechos más recientes con toda su carga de poesía triste, melancólica, y también reflexiba. Los pescadores y los balseros de Villamil, nos colocan ante una carga de verdad lejana a todo partidismo político, para insertarse en el centro de un interés netamente humano. Los cuadros de Villamil se ubican siempre al lado de los sentimientos más generosos. Llama la atención el nivel de los detalles de este artifice del color y la forma. Muchas veces, sus cuadros aparecen como trozos de una realidad que se divisa a través de la ventana por la cual, este loco atisba el litoral desde un rincón de su isla.
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Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud y en ti.
José Martí