viernes, 8 de abril de 2011

Qué pase el desgraciado...

Laura Bozzo en acción
La orden la da un personaje que quiere vendernos "filantropía" a fuerza de alaridos y amenazas. "Qué pase el desgraciado...", vocifera, y el coordinador  en el estudio, ordena los aplausos. Así comienza este festival de las miserias. Esta vez no son los rostros maquillados de las telenovelas, ni los conflictos egoístas de la clase más adinerada de la sociedad mexicana. Esta vez son los apaleados de siempre, casi obligados a ofrecernos un strip-tease de sus peores momentos. Resulta difícil creer que la dignidad de los que sufren sea tan endeble. Pero ahí están, quizás esperanzados en resolver los problemas que les agobian, o satisfechos por ganar unos pesos para su precaria economía y ser protagonistas de una fama efímera, realmente execrable. En este caso, como en otros, el estudio de mercadotécnia no ha resultado fallido, aun cuando ya son muchos los telespectadores que rechazan alarmados la agresividad y la falta de ética de un personajillo brabucón y egocéntrico que se está llenado los bolsillos, o llenado las arcas de Televisa, con las miserias humanas de un sector de la población que pide a gritos mejoras económicas y educación. Hace algunos días escuché decir que la conductora de marras es la abogada de los pobres. No sé si tomarlo como idiotez, ignorancia o excesiva candidez, pero resulta que la conductora en cuestión está acostumbrada al escándalo y ha hecho de ello su modus vivendi desde hace muchos años. Y en ese camino, no ha tenido miramientos para aliarse a las más terribles causas, incluyendo las causas políticas más deplorables. Los mercaderes de la imagen conocen bien la ruta por donde se mueve el dinero, y han hecho de ese y otros personajes una fuente más para aumentar sus economías. La famosa conductora de programas, con todos sus títulos y doctorados, jamás podrá combatir a la pobreza económica y mucho menos a la de espiritu con programas televisivos como el que protagoniza. Ella es también un instrumento de los que más arriba aprietan los comandos de estos festivales de miserias desde sus púlcras y ordenadas oficinas. Valdrá la pena llevarlos alguna vez a uno de esos programas y presentarlos ante las cámaras con el mismo conjuro: !Que pase el desgraciado¡













2 comentarios:

  1. Vivimos una regresión televisiva en México, los "talk shows" como el de Laura Bozo son parte de las reminiscencias históricas de la "caja idiota" mexicana de mediados de los noventa, presentarlos nuevamente como fórmula de raiting pone a pensar en varias cuestiones como que en México ¿hace falta talento para producir una televisión con contenidos de mayor profundidad?, ¿Los dueños de los medios efectivamente conocen el hilo conductor por el cual la población pauperizada tiene sus fibras mas sensibles y se recrea en un sistema de justicia creado por una "santa madre" que resuelve todo lo doméstico de la vida de "nosotros los pobres"?, ¿Por que en México una televisión mediocre tiene éxito?, agudo mensaje escribe Roberto en esta columna que considero mas de uno ha rechazado a Laura Bozo por que su pantomima avergüenza; tiene el estigma de la derrota y de miseria que la pobreza provee, producto de una televisión "para jodidos" como lo mencionó Emilio Azcárraga, el cuarto poder ejerce el mismo azote informativo sobre la población, tanto como la economía, tanto como la educación.


    Rodrigo B.

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  2. Jugar o tener como elemento para un programa de televisión a la pobreza, a la miseria humana, a pobres gentes que no saben vivir adecuadamente, y explotar esa parte afectiva del ser humano. No tiene nombre. No le encuentro yo ni afectiva, ni nada. Lo único que tiene, no tiene ningún ángulo de la personalidad que pueda. Esos concursos de niños que dicen cosas de grandes, que le permiten cantar canciones que no están que no están acorde a la personalidad del niño, que los hacen imitar. Le estamos dando una visión del mundo distinta a la que debe ser a su edad, y a lo que se pretende en un pueblo civilizado, eso no es cultura… eso es una aberración. Efy Luz Váquez López

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Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud y en ti.

José Martí