No fui amigo personal de Carlos Fuentes, su rostro no se me
hizo familiar hasta hace unos pocos años. Muchas veces confundí su cara con la
del padre de unos amigos de Guantánamo, la ciudad donde nací, que usaba un
bigote con cierto parecido al del escritor. Bigote que siempre me recuerda
algunos de los personajes de Pedro Infante. Sin embargo, la presencia del
escritor me acompañó desde mi juventud. Recuerdo cuando aun siendo un
adolescente, fijé en mi mente el nombre de este artífice de las letras que aparecía
como guionista en los créditos de "El Gallo de Oro" (1964) esa
excelente película protagonizada por Ignacio López Tarzo, basada en una
narración del inolvidable Juan Rulfo. Era un tiempo en que el cine mexicano
había agotado los moldes de las películas de charros y mariachis que tanto
amamos en la juventud, para explorar otros caminos del Séptimo Arte, aun cuando
mi generación seguía buscando los mariachis y los corridos en las películas que
llegaban con el nombre de México. Dos años después, aparecería una de los
clásicos del cine italiano, La Strega in amore (1966) exhibida en Cuba con el
nombre "La Bruja en Amores", una película dirigida por Damiano
Damiani, que tiene como base la breve y a la vez, descomunal novela de Carlos
Fuentes, "Aura". Eran también tiempos de búsquedas del inquieto
panorama del cine italiano, que esta vez fijaba su quehacer en lo que se ha
hecho llamar realismo mágico, que estalló con el nombre comercial de "boom
latinoamericano", y que a mi modo de ver, fue el encontronazo del
desconocimiento de los editores europeos con la realidad de una literatura
siempre pujante. Bruja en amores fue una película taquillera en Cuba, que
impactó a mucha gente de mi generación quienes aun no conocíamos la obra de
Carlos Fuentes. Años más tarde, volví a estremecerme con la historia de
Fuentes, pero esta vez a través de las páginas de su novela. Aura es una marca
que llevo para siempre como lector y que ejerce sobre mi una influencia
estremecedora cuando escojo una historia para mi disfrute. La breve narración
del escritor nos lleva y trae de la mano de Felipe, su protagonista y personaje
principal , a través de los pasadizos insondables de jardines llenos de verdor
y colores hasta sitios habitados por ratas y telas de araña, Fuentes nos va
trasladando con su dominio de la palabra, en un viaje inusitado entre luces y
sombras, fantasías y realidades, entre lo que pasó y lo que ha de suceder en la
próxima página de su libro. La casa habitada por Aura, parece ser el interior
de ese país que el narrador estaba descubriendo y que se me antoja de un
simbolismo sin precedentes. Mas tarde, apareció en mi vida "La Región Más
Trasparente" una obra anterior a Aura, y mucho más abultada, donde el
autor intenta una búsqueda e identificación con su México, de una manera
innovadora y transgresora de los cánones narrativos al uso. Para la escritora
Elena Poniatowska, Carlos Fuentes, "retrata toda la Ciudad de México de
los años 50, y mucho de lo que narra sigue vigente hoy, y al mismo tiempo en
sus páginas todavía se oyen los últimos balazos de la Revolución
Mexicana". Luego vendrían otra película del argentino Luis Puenzo,
"Gringo Viejo" en 1989, donde se lucen Gregory Peck, dandole vida al
escritor y periodista Ambrose Bierce y la actriz Jane Fonda en el rol de Harriet.
Después de la película, me llegó el libro de Carlos Fuentes. "Los gringos
se pasan la vida cruzando fronteras, las suyas y las ajenas", dijo uno de
los personajes de esta novela de contrapuntos, donde aparece toda la desnudez
de la historia mexicana: amor y violencia, vida y muerte, la transgresión de
los bordes de las fronteras internas, de lo individual a lo colectivo, de la
política y lo afectivo, la realidad y la
ficción. Años más tarde, "La Muerte de Artemio Cruz", aparecida en
mis manos muchos años después de su primera publicación en Cuba y en México, me
reveló otra realidad, distinta a la que había experimentado con las narraciones
del "Llano en Llamas" de Rulfo. En su lecho de muerte, Artemio Cruz
sigue siendo una metáfora de la política en el México actual, donde la vida
diaria de todos se debate entre la realidad y la fantasía de un sistema
político que aniquila y al mismo tiempo inquieta las esperanzas y los sueños en
todos los estamentos de la sociedad. Me duele la muerte de Carlos Fuentes,
porque era una voz necesaria, en su palabra y su pensamiento no solo estaba su
país, era una de esas conciencias claras que a veces le faltan al mundo. El
escritor visitó a Cuba, un dia después de la llegada de la Revolución Cubana
con el propósito de abrazarla y celebrarla, pero pronto se distanció y condenó
la actitud intolerante que gobernaba al pais, lo cual le ha valido hasta el día
de su propia muerte la exclusión y una censura velada por parte de la prensa
cubana."Soy mexicano y no puedo desear para mi país ni el
"diktat" de Washington acerca de cómo conducir nuestra política
exterior, ni el ejemplo cubano de una dictadura sofocante, sin prensa, opinión,
disidencia o asociación libres". Era la voz de una conciencia superior,
que conocía muy bien cuales eran sus deberes. En uno de sus últimos mensajes a
través de su cuenta de Twitter, el escritor mexicano señaló: "Serán los
jóvenes quienes tengan que enmendar los errores de nuestras generaciones; pero
cuentan con una gran tecnología para hacerlo.Y refiriéndose a la realidad
mexicana y el mundo actual, dejó escrito, en tono entre desesperado y
optimista: "Debe haber algo más allá de la masacre y la barbarie, para
sustentar la existencia del género humano y todos debemos participar en su
busca".
Muy bueno tu analisis Robert y de veras siento mucho tan importante perdida, pienso la literatura en general y particularmente Mexico pierde uno de los grandes, pensador profundo y de escritura impecable, nos deja una obra que sera fuente de estudio obligado a todo el que pretenda conocer un poco a fondo la esencia de nuestros pueblos. Un abrazo y aunque no opine siempre estoy atento a tus articulos.Saludos,
ResponderEliminarJosecuba
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminarestoy agradecido de la gente que sigue mis escritos, y se me hace un privilegio cuando es cubano, mucho mas cuando ese cubano es un gran amigo de casi toda la vida.
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