Mérida, 26 de Diciembre
de 2011
Queridos amigos y
familiares:
Estamos a punto de ser
testigos del nacimiento de un nuevo año. Todo nacimiento es hermoso porque trae
consigo la esperanza. Por eso queremos enviarles un abrazo y decirles que les queremos.
Hubiésemos deseado decirles otras cosas, pero el tiempo corre, la vida se
complica y nos deja poco tiempo para darle una oportunidad a las palabras y al
amor. Las palabras son una “fuente de malentendidos”, eso lo dijo Antoine de Saint-Exupéry
en su monumental libro “El Principito”, y estamos de acuerdo, sólo con un detalle: los
malentendidos surgen cuando las palabras sobran. Hay palabras para encender el
fuego, o atizar el rencor y el odio. Pero hay palabras mágicas que se deslizan
suaves en los corazones y muchas veces penetran en los territorios más
impenetrables del sentimiento humano, dejándoles un sentido de paz, de alivio o
bienestar. Hay gente que prefiere usar el silencio, pero el silencio divide,
aniquila y termina matando cualquier brote hermoso. Quizás el mundo sería un
lugar más amable si cada uno de nosotros se tomara un tiempo mínimo para usar de las palabras con la gente que queremos y nos
importa. Y decirnos con lenguaje suave y amable lo que nos estimamos, o tal vez
usar las palabras conciliadoras de nuestro mejor talante para decir lo que no
queremos para nosotros. Muchas veces estamos tan ocupados en desamar que
terminamos metidos en la crueldad del silencio, o tal vez empecinados en la terquedad
y la intransigencia. A veces estamos tan dedicados a defender nuestro corazón
que terminamos atropellando a los que nos han querido. En estos tiempos es más difícil
conseguir amor que dinero porque no hay mercadotecnia para el cariño. El amor
es una palabra maltratada hasta la saciedad, porque más que pronunciarlo es
necesario ejercerlo, profesarlo, desempeñarlo.
Tenemos muchos planes
para este año en los cuales están incluidos todos nuestros amigos y familiares,
para ello, contamos con una economía exigua, y un patrimonio de afectos
realmente millonario donde abundará la sonrisa, la alegría, la cortesía, la amabilidad,
la delicadeza, el respeto, la cordialidad y todo cuanto nos haga feliz en la
compañía de ustedes. Espero que nos escolten en este propósito y contribuyan en
cualquier medida a enriquecer este patrimonio que nos hará mejores seres
humanos, y por supuesto gente definitivamente más felices.
Un abrazo de Roberto y
Dulce María
Maravilloso escrito mi amigo, siempre es un deleite leer tus líneas tan llenas de amor propio y al prójimo. Espero que tengas un año 2012 lleno de todo lo bueno que te mereces en compañía de tus seres queridos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo en la distancia.
Indira.
Gracias por tus palabras de elogios. Para mi tienen mucho valor porque son sinceras y vienen de ti.Un abrazo.
ResponderEliminarParadojicamente, Robert, en el momento en que la tecnologia de las comunicaciones ha alcanzado un desarrollo increiblemente alto, el problema numero uno (1) de la humanidad es la falta de comunicacion! Que crees? Un abrazo. Feliz Año Nuevo!
ResponderEliminarcoincido con tu comentario, curbelo. pero el problema no es la herramienta sino nosotros. es maravilloso saber que has leido mi mensaje, gracias a ese desarrollo. el problema somos nosotros. el concepto con que hemos desarrollado esa maravilla que mañana puede ser un monstruo autodestructivo. el presente no está construido sobre la utilidad de la virtud, y ese sigue siento el pecado original. gracias por anotarlo. otro abrazo.
ResponderEliminarsaludos, roberto:
ResponderEliminarmuy atinadas, directas y sinceras tus palabras...
me han dicho mucho, y estoy seguro que lograrán tocar también las fibras más sensibles de mucha genbte...
en muchos aspectos me han copnmovido...
te deseo todo lo mejor a ti y a dulce maría en el nuevo año...
muchas gracias...
víctor
Hermano Robert!!que bien!!me gusto mucho tu carta al igual que tus canciones siempre con el mensaje mas perfecto,real y sincero!!Gracias y les deseo Feliz Anio 2012!!
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