miércoles, 12 de enero de 2011

Los Cenotes de Yucatán

Cuando llegué a México en agosto del año 2010, nada sabía de la existencia de los cenotes. Un cenote es un depósito de aguas, de distintos ríos subterráneos que se unen entre si. La palabra es de origen maya ts'ono'ot y significa, más o menos, caverna con agua. Se dice que los cenotes son producto del impacto de un meteorito que provocó enormes incendios en la península de Yucatán hace millones de años, antes del pleistoceno. Pero esa es sólo una de las hipótesis. Lo cierto es que el número de cenotes en la península es entre 7 000 a 8 000, según dicen algunos estudiosos del fenómeno. Los cenotes son parte de la vida y la historia de los yucatecos: en la cultura de los mayas existen muchas leyendas y referencias a estos lugares sagrados y de sacrificio. Ahora mismo estoy escribiendo desde una casa que está construida frente a un lugar donde hay una construcción encima de lo que fue o aun es uno de esos enormes depósitos de agua; en el patio de la casa donde vive mi hermano, un cubano-yucateco, el agua de lluvia drena en el borde da la boca de uno de estos depósitos de agua que van a dar al mar. Estas estructuras, se dice, son transitorias, y finalmente pueden terminar rellenas y desecadas. La flora y fauna en algunos de estos depósitos de agua, pertenecen a especies raras que se encuentran en vías de extinción como el pez ciego de Yucatán, la anguila ciega y la anguila de lodo, así como esponjas, camarones y crustáceos despigmentados. Los cenotes de Yucatán constituyen una de las grandes atracciones turísticas, lo interesante es que algunos no son propiedad del estado, sino propiedad privada. Son famosos y muy apreciados los de Cuzamá, Zací, Dzitnup, Chen-Ha, Chelentún. Es fabuloso, sin lugar a dudas el cenote de Ik kil, un boquete abierto al cielo por donde asoman un verdor deslumbrante y los rostros asombrados de los turistas. Sin lugar a dudas, un paraje muy popular para los que visitan la península. El cenote de Ik kil se encuentra en el centro del parque eco-arqueológico del mismo nombre, a unos cinco kilómetros de Chichén Itzá, posee 61 metros de diámetro y 43 de profundidad, y sus aguas tienen una transparencia impresionante. Con la escasez de agua global, los cenotes de Yucatán se convierten en una riqueza incalculable para los mexicanos, a quienes toca junto a la comunidad mundial velar por el cuidado de esos grandes reservorios de agua por su belleza y su utilidad para la vida.

2 comentarios:

  1. Fabuloso! estoy pensando visitar esta ciudad y mira con lo que me encuentro, sin dudas un espectáculo natural único que me permitirá disfrutar de momentos buceo junto a mis amigos.

    Gracias por la información. Saludos!
    Matías - Hoteles Huatulco

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  2. Muy interesante, no conocia esta belleza natural, exelente Robert

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Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud y en ti.

José Martí