sábado, 29 de enero de 2011

Gelasio Luna y la madurez de los sueños

Estamos ante la majestuosidad de un hombre sereno. “Es una delicia haber alcanzado la edad madura para soñar…”, dice y fija su vista en uno de los cuadros de la pared en el Café Los Tradicionales. ¿Y cuál es la edad para soñar? Pregunto. Gelasio Luna me mira y sonríe, se burla de mi como retándome a deducirlo, mientras saborea un café horchata. Mucha gente piensa que sólo durante la juventud se produce ese estado de ensoñaciones, anhelos y añoranzas que toma cuerpo en nuestras mentes. Sin embargo, toda la presencia de Gelasio Luna niega tal pretensión. Estamos ante un hombre que ya supera la curva de los ochenta. Su piel ya no es tersa, ni en sus ojos bailotea el seductor brillo de la juventud. Pero este hombre sueña, ama como toda la avaricia del primer día. Se cuestiona la vida de otros como si fuera su propia existencia: “¿Dónde vas caminante? ¿Tus tambaleantes pasos te sacarán de tu destino oscuro? ¿Es tu indeciso paso como tu vida misma reflejo fiel de tu agobiado espíritu?” Hoy está ante una multitud y un montón de preguntas. Una mujer recita sus versos como si emplazara al propio poeta: “¿dónde vas caminante? ¿A dónde vas hermano? Sacude tu pasado, sacúdete el ayer. ¿No incluyes la esperanza hasta en la rama seca que ya no tiene savia y quiere florecer? El auditorio aplaude y el poeta sonríe, pareciera que en su mano sostiene el cetro del amor y el entendimiento. La respuesta está en su propia vida, y en ese ademán que tiende para tocar la mano amada de su esposa. No es siempre un poeta del mejor gusto, sin embargo es valeroso, abarcador y atrevido. Su palabra sabe nombrar las cosas de su tiempo. Al leer sus versos me siento feliz doblemente, porque en su poesía se respira la esperanza y agradecimiento por haber disfrutado los más elementales placeres de la existencia. La poesía de Gelasio Luna y Luna se afinca en el paisaje de México, con toda seguridad de las raíces de su natal Tlaxcala. ¿Y cómo podría ser de otro modo, si el poeta construye sus versos con las voces que pueblan su naturaleza, por eso la sencillez, la sinceridad y la honradez son algunas de sus virtudes fundamentales para construir cada verso. Luna tiene un modo amable de decir, y no hay en su poesía intento alguno de construir complejas metáfora, sus versos están vestido con la candidez que sólo puede abrigar a un hombre limpio y comprometido con su gente: “Mía es la exuberante yerba del pantano, la transparente perla del rocío, el agua grisácea de la aguada, y la angustia ancestral de todo hermano.” Aquí está Más Voces del Ayer, su último poemario, donde recorre la geografía de su México amado, su agreste naturaleza, sus dolores, sus incertidumbres, sus esperanzas. Más voces del Ayer tiene su gramática y su propia lógica cuyas reglas sostiene el tiempo en que transcurre la vida del poeta con sus conflictos históricos, sus luchas, sus compromisos, y hasta las canalladas de sus contemporáneos. En su morada se respira paciencia, sus jardines hablan de su apego a la naturalidad, las paredes y las mesas de su hogar reflejan el detalle de la vida de un hombre dado a meditar y a la reflexión. Cuando leí su cuaderno de poemas “Mi tiempo eres tú” sentí ser testigo del amor de dos jóvenes hermosos dueño de sus propias circunstancias: “Tan cerca de tus ojos/la dicha infinita flota en el ambiente/el gorjear ligero de cada pájaro libre/las nubecitas blancas de las tardes calmadas/las errantes y diminutas estrellas fugaces.” Cuando conocí a Gelasio y a María me sentí testigo de dos vidas que habían alcanzado la majestad guiados por el amor. Por eso guardo la imagen de estos dos enamorados tomándose de la mano, mientras conversan amablemente en el café “Los Tradicionales, y también esas voces que me hacen presentir el ayer del poeta en mi propio futuro.

miércoles, 12 de enero de 2011

Los Cenotes de Yucatán

Cuando llegué a México en agosto del año 2010, nada sabía de la existencia de los cenotes. Un cenote es un depósito de aguas, de distintos ríos subterráneos que se unen entre si. La palabra es de origen maya ts'ono'ot y significa, más o menos, caverna con agua. Se dice que los cenotes son producto del impacto de un meteorito que provocó enormes incendios en la península de Yucatán hace millones de años, antes del pleistoceno. Pero esa es sólo una de las hipótesis. Lo cierto es que el número de cenotes en la península es entre 7 000 a 8 000, según dicen algunos estudiosos del fenómeno. Los cenotes son parte de la vida y la historia de los yucatecos: en la cultura de los mayas existen muchas leyendas y referencias a estos lugares sagrados y de sacrificio. Ahora mismo estoy escribiendo desde una casa que está construida frente a un lugar donde hay una construcción encima de lo que fue o aun es uno de esos enormes depósitos de agua; en el patio de la casa donde vive mi hermano, un cubano-yucateco, el agua de lluvia drena en el borde da la boca de uno de estos depósitos de agua que van a dar al mar. Estas estructuras, se dice, son transitorias, y finalmente pueden terminar rellenas y desecadas. La flora y fauna en algunos de estos depósitos de agua, pertenecen a especies raras que se encuentran en vías de extinción como el pez ciego de Yucatán, la anguila ciega y la anguila de lodo, así como esponjas, camarones y crustáceos despigmentados. Los cenotes de Yucatán constituyen una de las grandes atracciones turísticas, lo interesante es que algunos no son propiedad del estado, sino propiedad privada. Son famosos y muy apreciados los de Cuzamá, Zací, Dzitnup, Chen-Ha, Chelentún. Es fabuloso, sin lugar a dudas el cenote de Ik kil, un boquete abierto al cielo por donde asoman un verdor deslumbrante y los rostros asombrados de los turistas. Sin lugar a dudas, un paraje muy popular para los que visitan la península. El cenote de Ik kil se encuentra en el centro del parque eco-arqueológico del mismo nombre, a unos cinco kilómetros de Chichén Itzá, posee 61 metros de diámetro y 43 de profundidad, y sus aguas tienen una transparencia impresionante. Con la escasez de agua global, los cenotes de Yucatán se convierten en una riqueza incalculable para los mexicanos, a quienes toca junto a la comunidad mundial velar por el cuidado de esos grandes reservorios de agua por su belleza y su utilidad para la vida.

sábado, 8 de enero de 2011

Mérida, ciudad de la paz

La Ciudad de Mérida está festejando el 469 aniversario de su fundación. En esta ocasión han comenzado las fiestas de cumpleaños con su nombramiento de Ciudad de la Paz, título que poseen solamente 100 ciudades en el mundo, entre ellas Cozumel. La Paz y la tranquilidad que reina en Mérida la hace merecedora de ese galardón que otorga la ONG Banderas de la Paz de la ONU. Sin lugar a dudas, en mi opinión personal, esta es una de las ciudades más tranquilas que he visitado, despues de más de 10 años viajando por distintas urbes de más de más una docena de paises europeos, incluyendo Berlín, Paríz, Roma y Londres. En estos dias se han sucedido de manera gratuita distintos conciertos de música y danza entre los que se han destacado el Concierto de Armando Manzanero y el espectáculo de canciones y danza México desde Mérida.
¡Viva México!

miércoles, 5 de enero de 2011

Leonora Carrington asalta a la Avenida de Montejo

Confieso que apenas conozco a la ciudad de Mérida. Soy un extranjero que acaba de llegar a Yucatán, pero que se ha enamorado a primera vista de las gentes, las calles y el ambiente de tranquilidad y alegría que reina en esta urbe blanca. Si bien vale la pena caminar para estar saludable, lo es doblemente mejor caminar por el Paseo de Montejo, para sentir como la robustez de una villa penetra en tus sentidos para hacerte sentir pleno. Y si bello es el eclecticismo de sus construcciones, ahora resulta un privilegio disfrutar de las fantásticas apariciones de seres alucinados que asaltan al caminante por uno de los flancos de la elegante avenida. La autora de semejantes individuos es dueña absoluta de una inventiva que brota sin dudas de las ensoñaciones producidas por las lecturas fantásticas, la imaginación personal, íntima y esotérica de una gran artista. Una de las máximas representantes del surrealismo, Leonora nació en Lancashire, Gran Bretaña en 1917. Desde muy pequeña, su madre estimuló su imaginación con cuentos de hadas y leyendas celtas que más tarde la artista enriquecería con sus lecturas del absurdo, lo siniestro y lo sobrenatural, así como las fábulas y relatos épicos de los dioses nórdicos. Carrington conoció a Max Ernst con quien tuvo un enriquecedor intercambio estético y participo de manera directa en el apogeo de la corriente surrealista, hasta que se establece en la Ciudad de Mexico, donde ha echado raíces desde 1940. Gran parte de la obra de Leonora Carrington estuvo dedicada a la escritura y la pintura. No obstante, en la década del 60 del siglo pasado, descubre por azar el arte de hacer esculturas.Cada una de las 27 figuras asaltantes producen un singular encantamiento, la escultora de 93 años las trabajó en cera entre los años 2004 y 2008, para luego fundirlas en bronce en las dimensiones monumentales que se nos aparecen a lo largo de la avenida meridana. Algunos de los nombres de las esculturas nos engañan. Así podemos acercarnos a escuchar una “Música para sordos” que brota del arpa de un hombre melancólico, “El Carruaje”, un artefacto humanoide, “Nigromante” un personaje encantado, que carga sobre sus hombros un inquieto animal cercano a un gremlin con rosto mucho más próximo a los dioses de la mitología mesoamericana. Leonora Carrington deja en cada una de sus piezas el fino toque de la sensibilidad femenina, y muchos de sus personajes desbordan ese delicado trazo en la elegancia y la gracia que tiene cada mujer en sus movimientos y en sus gestos. “Mujer con zorro”, “Silla de Daghda”, y aun piezas con figura animal como en el caso de “Cobra cebra”, “El Perro” y “Caballo”, delatan con orgullo su condición femenil en el gesto y la actitud con que las dotó la escultora. Dueña de una creatividad sin límites, Leonora Carrington se ha destacado también en la literatura, de sus manos han brotado libros de cuentos, obras de teatro y ensayos de gran valor artístico y literario. Su ancianidad no la ha sorprendido cansada, sino con el vigor que da el espíritu y el conocimiento, vigor que aún le permite asaltarnos con sus seres monumentales y legendarios tanto en los lienzos como en las calles.

El Día de San Lázaro

No soy un gran devoto de San Lázaro, pero desde la infancia me ha sido familiar su figura de venerable hombre, mal vestido y magullado. Pero no por eso he dejado de respetarlo. Ayer, esperamos su día en la casa de mi hermano Ariel, él y su esposa María Belén que si son grandes devotos del Santo, que como ya se sabe, de tanto confiar en Jesús, experimentó la legendaria resurrección bíblica, luego de permanecer cuatro días muerto y enterrado. Lázaro compartía su hogar con sus hermanas Martha y María, Allí Jesús siempre encontraría consuelo. Eso fue para muchos la casa de Ariel y María Belén la noche del jueves 16 de diciembre un lugar para el consuelo. Muchos amigos y familiares fueron a pedirle y orarle al santo, y de paso a saciarse con la comida y las bebidas, que de manera simbólica ofreciera Lázaro, por la mano de los anfitriones.  Las palabras de Cristo no salvaron al Santo del sincretismo y la transculturación que lo colocaron en el panteón Orisha de la religón yoruba y la santería. En Cuba, a San Lázaro-Babalú Ayé se le rinde culto cada 17 de diciembre, y muchos además lo veneran el decimoséptimo día de cada mes y los viernes. Babalú es objeto de promesas por personas aquejadas de enfermedades de la piel y las extremidades inferiores. Para los cubanos, San Lázaro y la Caridad del Cobre-Oshún son de las deidades las más veneradas en cualquier rincón del mundo que se encuentren. Pido mucha salud para todos mis compatriotas en el nuevo año y que siga viviendo el mito de San Lázaro, que es una buena oportunidad para queremos y cuidarnos.

lunes, 3 de enero de 2011

Chichén Itzá y los ojos sobre el pañuelo

Las civilizaciones mesoamericanas aun atesoran un misterio tal que convierte sus centros arqueológicos en los más atrayentes parajes de la tierra. Por mucho tiempo soñé visitar Chichén Itzá, la gran ciudad de los primeros habitantes de Centro América y la península de Yucatán. A Chichén llegan cada día mas de 5 mil personas, según nos dijo un guía turístico yucateco. Durante años he escuchado y oído hablar de los conocimientos y mitos de los mayas, de la perfección de su calendario, de los basamentos religiosos y científicos de la organización de su sociedad, y a veces hasta de la crueldad con que sacrificaban a sus enemigos. Cuando te acercas a la cultura de los más prístinos habitantes de nuestro continente, te das cuenta de que nunca hubo tal descubrimiento, y que la llegada de los españoles a estas tierras, sólo fue el comienzo de la destrucción de una civilización que de haber sido posible hubiese aportado tanto conocimiento al mundo de hoy, que probablemente fuésemos distintos, o al menos hubiésemos aprendido a amar y cuidar mejor la naturaleza. Cuando, al fin traspasé el espacio que va desde la entrada de la gran ciudad maya y alcancé a ver la gran pirámide de Kukulcán, me pareció estar trasladandome en el tiempo. Muchas veces había leído o escuchado hablar de esa maravillosa construcción, pero al acercarme a ella, me di cuenta de que muy poco sabía yo de tal pirámide y mucho menos de la cultura de los antigios habitantes de esta parte del planeta. Todos los elementos arquitectónicos en ese gran monumento tiene un significado que evidencia la coherencia del mundo maya con la naturaleza, la religión y todos los aspectos de la sociedad. Me vastó visitar Chichén por sólo varias horas, para darme cuenta una vez más, que la transculturación y el sincretismo de las culturas son fenómenos tan viejo como el surgimiento de la humanidad. A caso no lo reafirma la representación del dios maya Kukulcán con el mito de Quetzalcóatl, dios del panteón de los toltecas, cultura anterior a la de los mayas. Sorprende pensar como la aristocracia religiosa de aquella civilización se servía de los conocimientos científicos y los convertía en materia religiosa para administrar el poder y todas las actividades fundamentales de la comunidad. Sorprende el uso de la psicología, para insuflar miedo en la comunidad y lograr someter a los enemigos. Los juegos de pelota, actividad no sólo de entretenimiento, sino de un enorme contenido religioso y utilitario, son también el testimonio de como y cada una de las acciones comunitarias apuntaban hacia el sostenimiento económico de esa sociedad prehispánica. Aun duermen sobre las piedras de la ciudad maya de Chichén Itzá y de otros centros como Uxmal y las ruinas de Tikal, en Guatemala, los misterios que la barbarie colonizadora ocultó con su arrogante ignorancia y crueldad. Muchos son los conocimientos que aun faltan por develar, pero el poder del conocimiento es grandioso y la humanidad seguirá arrancandole los secretos a cada una de esas piedras, por el bien del planeta.

domingo, 2 de enero de 2011

Elogio a la tecnología

  • Cuando hace ya algún tiempo, escuché hablar de una supercarretera informática, no tenía una pálida idea de lo que es hoy internet। Está claro para mi que haber soñado con un viaje a las estrellas, o quien sabe a que otro paraje insólito del cosmos fue, hace algunos años, mucho más sencillo que imaginar un desarrollo informatico como el de este tiempo El despegue, aun incipiente de la informatica, ha sido el comienzo de muchas cosas y el fin de otras tantas. Sin embargo, los seres humanos seguimos enfrascados en la destrucción, en la enajenación y la desidia. La inteligencia de los hombres y mujeres que habitamos el planeta tierra se debate aun entre el bien y el mal. aun los más optimistas hablan de un cercano fin del planeta, pero los más recalcitrantes hablan de salvar la tierra. La informatica puede salvar el planeta, la posibilidad existe. Pero, ¿es eso probable, alcanzable? La respuesta está en el aire... Se inventan vacunas y sustancias para curar los tumores y las enfermedades, pero parece improbable que se pueda curar la maldad con tabletas, o barrer con la desidia y el egoismo con una inyección de anticuerpos। Ojalá que esas sustancias sean el reto del futuro, o ese sueño que no se tuvo de las computadoras y la informatica.