Confieso que no me gustan, ni me atraen los
textos y mensajes de la música llamada Reggaetón, y que por algún tiempo me
negué a ocupar un solo minuto de mi atención a escuchar ese ritmo tan provocador e invasivo. Hace algunos años, mi hijo menor me invitó al Café
Cantante del Teatro Nacional de la Ciudad de la Habana, para presenciar una de las presentaciones de su grupo musical “Aceituna Sin Hueso”, agrupación, que se afanaba, en aquellos momentos en hacer una fusión entre los
ritmos de la música cubana y la rumba flamenca. Era uno de esos periodos en que
el trabajo y los problemas cotidianos nos dejan sin ánimo para vivir con el
vigor debido. Haciendo un esfuerzo me engalané con mis mejores atuendos, y ,e fui a la presentación. Llegué una hora antes de que comenzara la actuación de Aceituna,
y bajé por unas escaleras hasta un gran
salón donde una hornada de jóvenes ocupaba casi la totalidad de las mesas y
otra, no menos pequeña, se aglomeraba en la gran pista de baile del local. Eran
muchachos y muchachas que movían sus cuerpos de manera espectacular al ritmo de
la música de moda. Sin exageración era un hermoso espectáculo de alegría, sensualidad y gozo, una fiesta extraordinaria, y no hablo de la
actuación como tal, sino de la holganza que aportaban aquellos ritmos al vigor
desprejuiciado de tantos jóvenes. El impacto de aquel singular panorama, me hizo revisar los prejuicios con que había escuchado aquella música que desdeñaba por su
chabacanería y ramplonería. Ocupé una mesa bien cerca de la pista, para no
perderme los detalles de aquella asombrosa danza de cuerpo enérgicos, y pude no sólo disfrutar de cerca la velada, sino que aquella noche tuve la oportunidad de conversar con varios jóvenes, la mayoría de ellos, estudiantes de la
Universidad de la Habana, interesados en la ciencia y el arte. La opinión mayoritaria de los jóvenes era de desaprobación a los textos, pero me dijeron que las fascinaba el baile, y aquella música los llenaba y les permitía alegrarse el cuerpo y los sentidos. Cuando llegué a
mi casa, me enfrenté a mi mismo. “Roberto”, me dije, “tu debes ser el
equivocado”. ¿Era imposible que mis criterios fuesen lógicos cuando tanta gente
inteligente y con preparación era capaz de divertirse con semejantes ritmos?
Algo no funcionaba bien en las mentes de los que descalificábamos lo que la
mayoría aplaudía. Sin embargo, también pensé en la manera que las grandes masas
son a veces manipuladas por los mensajes de la publicidad y la reiteración de
la propaganda política. “No todo lo que aprueba la mayoría es lo bueno”, pensé.
Pero, es innegable el espacio que ha ganado esa música, o quizás le han cedido
los que deciden su difusión. Pero, me puse a viajar en el panorama musical
cubano: El danzón, por ejemplo, uno de los géneros de la música popular en la isla, que es
hoy patrimonio querido y protegido de la cultura oficial, fue en sus inicios,
vetado por el stablishment de la época, por considerarlo vulgar y obsceno. Los
géneros de la rumba cubana fueron por mucho tiempo relegados a lugares
frecuentados por gente de poca cultura, y considerados música de marginados. En
los años 60, el rock fue vetado en Cuba y por un
tiempo la música de los Beatles fue desterrada de la radio y la televisión de la época. La suerte
del reggaetón parece que no es, ni será distinta a la de muchos géneros
musicales surgidos de los segmentos de mayores desventajas dentro de la
sociedad. El rap (que no debe confundirse con el reggaetón) es aun rechazado por sus mensajes agresivos y muchas veces ofensivos, sin embargo, en mi opinión personal, es hoy por hoy
un género que intenta, en muchos casos y con una sinceridad electrizante, penetrar en los problemas
sociales y en la realidad sociopolítica como arma de defensa de valores de la cultura hip-hop, que pudieran estar comprendidos en cualquier tratado de derechos humanos y universales. A mucha gente le encanta el reggaetón, aunque como
música popular tiene su propio hándicap, esa tendencia a los
mensajes ramplones, la chabacanería y lo corriente. Como todas las formas del
arte, como todo lo que crea el hombre con su ingenio, esa forma musical tiene
un porvenir asegurado en la evolución que sin dudas vendrá. Estoy seguro de que
la prohibición del reggaetón, no va a mermar el consumo de ese tipo de música, ni mucho menos
la hará desaparecer. Toda prohibición es una invitación. Y aunque no me gustan los textos, y a veces me aturde el talante repetitivo de ese tipo de ritmo, creo que tiene todo el derecho a existir, porque son más los que lo quieren que los que lo rechazan. Hay aun en la tierra espacio para todos, incluyendo a los que les gusta y a los que hacen el reggaetón.
domingo, 9 de diciembre de 2012
martes, 17 de julio de 2012
lunes, 9 de julio de 2012
Roberto Ruiz Rebo en Il Piano, Mérida
Dulce María Ávila de Ruiz |
La noche del jueves 5 de julio
fue realmente especial en Il Piano, Mérida, el cantautor cubano Roberto Ruiz
presentó su segundo álbum "De dónde vienen tus ojos" para el que
trabajaron artistas cubanos y mexicanos. El concierto comenzó con las palabras
de un gran músico yucateco, el vocalista y percusionista Manuel Conde, gran conocedor de la música cubana, quien
se refirió a la trayectoria del cantautor y al proyecto presentado con
composiciones orquestadas por cubanos y mexicanos. Conde, señaló el hálito
poético que habita en cada una de las canciones de Ruiz Rebo y su peculiar
manera de interpretarlas. Luego cedió espacio al compositor e interprete quien, con el rítmico y amoroso tema "Ay amor, como te extraño" que recuerda
las composiciones del cancionero trovadoresco cubano, saludó a todos los
asistentes. La noche se llenó de musica y de mensajes llenos de sentimiento y
razones. Sones, boleros, el ritmo de la rumba flamenca, guarchas, baladas...
Canciones para llevar en la cabeza por su contenido e invitación a la
reflexion, todo dicho en un lenguaje impregnado de poesía. Excelente canción e
impecable interpretación fue la de Juan Carlos Suárez Sánchez (música) y Roberto Ruiz (texto),
orquestada por Manuel Balam, que dejó una nota muy personal en la noche. Siguió
otro acento sobresaliente el del vocalista chiapaneco, Tony Martin y el guitarrista cubano Dashel Ruiz Pérez, con la interpretacion de "Cancion para mis
amigos", compuesta por Roberto para la voz de Martin, la cual el
interprete hizo indiscutiblemente suya, arrancando aplausos y vivas entre los
asistentes. Adriana Terezinha, la más joven acompañó en muchas de las canciones
a Roberto haciendo la voz segunda y luego se lució, interpretando junto a Ruiz
"Saltar al vacio" un son, bien cubano compuesto para ella, y cuya
interpretación arrancó palmadas, aplausos y mas de un grito de bravo entre los presentes. Otro
momento especial fue cuando el salón de IL Piano, se volvió todo silencio para
escuchar el estreno del tema "Mérida Adiós", canción compuesta e
interpretada por el cantautor cubano, y acompañada en la quitarra de manera
magistral por su hijo Dashel. La noche cerró de manera alegre y emotiva con la
interpretación de la Guantanamera, a lo que se unieron Fabián en el piano y
Juliancito en las tumbadoras, con versos cantados de manera informal y ocurrente por Juan Carlos Suárez, Manolito Conde y el propio Ruiz. La noche del 5 de Julio de 2012, en Il Piano, será
recordada por su emotividad, por su toque de buen gusto, simpatía y distinción, no sólo por la presencia y las canciones del cubano, sino también porque el publico mexicano que lo acompañó era un "publico de primera clase".
viernes, 29 de junio de 2012
Canción para mis amigos
Texto y música : Roberto Ruiz Rebo
Interpretación: Tony Martín
Mis amigos son como la lluvia
que mojan los cultivos sin permiso,
son como las estrellas, tan lejanos,
y me vienen a ver sin compromiso.
Foto Roberto Ruiz Rebo |
Mis amigos son mi geografía,
son mi prosperidad y un gran cariño,
y veces son caprichos de este niño
que habita en la heredad de la porfía.
Mis amigos son las aves de paso,
las hojas verdes, también las caídas,
pero se quedan como las heridas,
cuando se alejan en un largo abrazo.
A mis amigos debo la divisa
con que compré el ropaje de mis sueños,
por eso mis amigos son los dueños
de más de la mitad de mi sonrisa.
A mis amigos les doné la luna,
con todo el arsenal de mi tristeza
y para consolarme,
sus fortunas
me dieron y yo les di mi cabeza.
Esos amigos son mis
primaveras,
y suelen ser calor en mi verano,
son como tallo tierno de un otoño.
pues mis amigos son como
mis manos.
martes, 26 de junio de 2012
María Teresa Gómez, prima dona assoluta
Basta escucharla en una sola vez,
para advertir a la prima dona assoluta de la canción. Ma. Teresa Gómez sube al escenario y se convierte en reina. Una
reina diferente que reparte trozos de su alma a cada gente que la escucha. Su voz es una provocación
a los sentidos. La
descubrí en Il Piano, Mérida, donde se adueñó del corazón de la noche con sólo la
primera melodía, por eso acudí al Bistró-Bohemio, para verla y escucharla de
nuevo en su hábitat y con su público más cercano. La Gómez tiene capacidad para
pasearse por todos los géneros de la música, pero la muy mexicana tiene delirio
por el tono romántico donde da rienda suelta a toda la pasión que la habita. La
diva es dueña de un territorio autoral extenso donde es posible encontrarse con
temas de autores yucatecos, brasileños, cubanos, o composiciones de Serrat y
Sabina.Sube al pequeño escenario donde pudiera correr el riesgo de confundirse con sus convidados, pero su brillo es tal que sobresale como lo que definitivamente es, y desde su humilde enclave estira su voz jugando con una estupenda variedad de registros.
Los fulgores de la noche son diferentes cuando esta diva
canta, ella traspasa los límites que se extienden hasta su auditorio, se coloca tan
cerca de cada uno de nosotros que va tocando con dilección a las puertas de los
sentimientos escondidos bajo la tenue luz del recinto. La gente aplaude con
entusiasmo, pero el pecho retiene una ovación, ¡un bravo! que luego se repetirá
antes de que termine la noche.
viernes, 1 de junio de 2012
Nalgas
Descansa tu desnudez,
de un viaje a la maravilla.
Amable escena. Sencilla
exaltación de tu envés.
¿ Es tu paisaje al revés,
la quietud después de un sismo?
¿o figuración del mismo
Acto que atrapó el pintor
Velásquez, evocador
de algún
dulce cataclismo?
Del Poemario "La Mejor Maravilla" (1991)
(Ediciones "El Mar y la Montaña")
del escritor Roberto Ruiz Rebo
jueves, 24 de mayo de 2012
Entre el Sudor y el Tiempo: Peniche
Dicen algunos que los años van
desterrando la poesía del corazón de los hombres, para cederle ese espacio a
las espinas de la razón. Sin embargo, el yucateco Roldán Peniche Barrera
destroza tal falacia en su poemario de 2010. Contemporáneo de José Emilio
Pacheco, Peniche ha ganado la empinada cúspide de su existencia trashumante y ahora
peina con orgullo los blancos cabellos de su majestad, y sus versos
exhalan un vigor juvenil irreprochable. Confieso que conozco bien poco a
los poetas yucatecos y que nunca había leído los versos de este ciudadano con
tanta vocación de cronista. Pero, dan ganas de ser poeta, cuando se leen sus versos. No importan sus insinuaciones
cuando antes de entrar a su libro dice sumarse al “sequito de sombras”, ni su
advertencia de que va preso de la angustia. Los poemas del yucateco son
ciudades a las que él nos va acercando con la destreza de un cineasta que muestra
en detalles no sólo las imágenes, sino la música, los ruidos, los silencios, sus
olores más perfumados y los más fétidos. A lo profundo de “Entre el Sudor y el Tiempo”
se entra desorientado “sin brújula”, y las palabras te toman de la mano y te
van haciendo caminar por los sitios que anduvo el poeta. Las ciudades muestran el
rostro de sus calles ruidosas de automóviles, anuncios, el sonido procaz de las
malas palabras que le tienden vida, entrelazadas con la percusión de bongoes y
las notas fuertes ya sea de Rachmaninoff o el allegro de una guitarra eléctrica
en el interior de un bar, “mientras se activa el estruendo de la vitrola”. Pero,
aquí el gran tema de Roldán Peniche es el tiempo. Los
versos que abren el cuaderno son mucho más
aventureros y juguetones que los que vienen a cerrar el libro, donde el poeta
se muestra reflexivo y observador, y también con una actitud condenatoria de
ese tiempo que “quiebra los celajes y silencia la flauta dulce de la oropéndola”,
ese tiempo que “acabará por tendernos su sucia trampa”.
“Entre el Sudor y el Tiempo” está escrito
fundamentalmente en versos libres, “versos hirsutos” diría José Martí, aunque
el poeta deja bien claro que domina no sólo las palabras, sino también las
formas clásicas de la poesía. De tal suerte aparece en el libro un soneto, con
el cual el autor nos explica sus apreciaciones de la formas de la poesía. Es una
especie de guiño en el libro, que también nos muestra la vida del poeta en esas
ciudades, de su existencia mundana, de su relación con el entorno más ajeno y
el más intimo, “donde se siente el tufo de arroz con frijoles” o cuando “sólo importa
un delantal barato y una desnudez perdida”.
No faltan en este hermoso libro
de versos los paisajes y las interioridades de ese México misterioso, mitológico
y estupendo que resurge a cada instante de las ruinas de Chichén Itzá, de las míticas
historias de Uxmal, los pregones de las calles de Mérida. De ese México de la
Zona Rosa o los vericuetos de Tepito, que sólo conozco a través de la mirada de
este poeta andariego y trotamundos, que también nos ha hecho desandar por esos
parajes ancestrales tan presentes en los patios y en la humedad que llega del
agua siempre fresca de los cenotes dormidos entre las paredes de la ciudad.
Decididamente, no estoy de
acuerdo con Oscar Wilde, cuando declara
que los poetas no se atreven a vivir las aventuras que escriben, y también me atrevo a disentir de Chesterton, cuando
sostiene que podemos vivir sin la poesía, porque soy de los que creen que la poesía
está en lo que se vive, es sólo esa la fuente de cualquier verso. Concuerdo con
uno de los fundadores del romanticismo, el alemán Johann Wolfgang von Goethe, porque
sospecho que Roldán Peniche Barrera se atrevió a esas aventuras, se adueñó de
ellas y las expresa muy bien en este cuaderno de poemas: “entre sudor y tiempo”
viernes, 18 de mayo de 2012
Carlos Fuentes y yo
No fui amigo personal de Carlos Fuentes, su rostro no se me
hizo familiar hasta hace unos pocos años. Muchas veces confundí su cara con la
del padre de unos amigos de Guantánamo, la ciudad donde nací, que usaba un
bigote con cierto parecido al del escritor. Bigote que siempre me recuerda
algunos de los personajes de Pedro Infante. Sin embargo, la presencia del
escritor me acompañó desde mi juventud. Recuerdo cuando aun siendo un
adolescente, fijé en mi mente el nombre de este artífice de las letras que aparecía
como guionista en los créditos de "El Gallo de Oro" (1964) esa
excelente película protagonizada por Ignacio López Tarzo, basada en una
narración del inolvidable Juan Rulfo. Era un tiempo en que el cine mexicano
había agotado los moldes de las películas de charros y mariachis que tanto
amamos en la juventud, para explorar otros caminos del Séptimo Arte, aun cuando
mi generación seguía buscando los mariachis y los corridos en las películas que
llegaban con el nombre de México. Dos años después, aparecería una de los
clásicos del cine italiano, La Strega in amore (1966) exhibida en Cuba con el
nombre "La Bruja en Amores", una película dirigida por Damiano
Damiani, que tiene como base la breve y a la vez, descomunal novela de Carlos
Fuentes, "Aura". Eran también tiempos de búsquedas del inquieto
panorama del cine italiano, que esta vez fijaba su quehacer en lo que se ha
hecho llamar realismo mágico, que estalló con el nombre comercial de "boom
latinoamericano", y que a mi modo de ver, fue el encontronazo del
desconocimiento de los editores europeos con la realidad de una literatura
siempre pujante. Bruja en amores fue una película taquillera en Cuba, que
impactó a mucha gente de mi generación quienes aun no conocíamos la obra de
Carlos Fuentes. Años más tarde, volví a estremecerme con la historia de
Fuentes, pero esta vez a través de las páginas de su novela. Aura es una marca
que llevo para siempre como lector y que ejerce sobre mi una influencia
estremecedora cuando escojo una historia para mi disfrute. La breve narración
del escritor nos lleva y trae de la mano de Felipe, su protagonista y personaje
principal , a través de los pasadizos insondables de jardines llenos de verdor
y colores hasta sitios habitados por ratas y telas de araña, Fuentes nos va
trasladando con su dominio de la palabra, en un viaje inusitado entre luces y
sombras, fantasías y realidades, entre lo que pasó y lo que ha de suceder en la
próxima página de su libro. La casa habitada por Aura, parece ser el interior
de ese país que el narrador estaba descubriendo y que se me antoja de un
simbolismo sin precedentes. Mas tarde, apareció en mi vida "La Región Más
Trasparente" una obra anterior a Aura, y mucho más abultada, donde el
autor intenta una búsqueda e identificación con su México, de una manera
innovadora y transgresora de los cánones narrativos al uso. Para la escritora
Elena Poniatowska, Carlos Fuentes, "retrata toda la Ciudad de México de
los años 50, y mucho de lo que narra sigue vigente hoy, y al mismo tiempo en
sus páginas todavía se oyen los últimos balazos de la Revolución
Mexicana". Luego vendrían otra película del argentino Luis Puenzo,
"Gringo Viejo" en 1989, donde se lucen Gregory Peck, dandole vida al
escritor y periodista Ambrose Bierce y la actriz Jane Fonda en el rol de Harriet.
Después de la película, me llegó el libro de Carlos Fuentes. "Los gringos
se pasan la vida cruzando fronteras, las suyas y las ajenas", dijo uno de
los personajes de esta novela de contrapuntos, donde aparece toda la desnudez
de la historia mexicana: amor y violencia, vida y muerte, la transgresión de
los bordes de las fronteras internas, de lo individual a lo colectivo, de la
política y lo afectivo, la realidad y la
ficción. Años más tarde, "La Muerte de Artemio Cruz", aparecida en
mis manos muchos años después de su primera publicación en Cuba y en México, me
reveló otra realidad, distinta a la que había experimentado con las narraciones
del "Llano en Llamas" de Rulfo. En su lecho de muerte, Artemio Cruz
sigue siendo una metáfora de la política en el México actual, donde la vida
diaria de todos se debate entre la realidad y la fantasía de un sistema
político que aniquila y al mismo tiempo inquieta las esperanzas y los sueños en
todos los estamentos de la sociedad. Me duele la muerte de Carlos Fuentes,
porque era una voz necesaria, en su palabra y su pensamiento no solo estaba su
país, era una de esas conciencias claras que a veces le faltan al mundo. El
escritor visitó a Cuba, un dia después de la llegada de la Revolución Cubana
con el propósito de abrazarla y celebrarla, pero pronto se distanció y condenó
la actitud intolerante que gobernaba al pais, lo cual le ha valido hasta el día
de su propia muerte la exclusión y una censura velada por parte de la prensa
cubana."Soy mexicano y no puedo desear para mi país ni el
"diktat" de Washington acerca de cómo conducir nuestra política
exterior, ni el ejemplo cubano de una dictadura sofocante, sin prensa, opinión,
disidencia o asociación libres". Era la voz de una conciencia superior,
que conocía muy bien cuales eran sus deberes. En uno de sus últimos mensajes a
través de su cuenta de Twitter, el escritor mexicano señaló: "Serán los
jóvenes quienes tengan que enmendar los errores de nuestras generaciones; pero
cuentan con una gran tecnología para hacerlo.Y refiriéndose a la realidad
mexicana y el mundo actual, dejó escrito, en tono entre desesperado y
optimista: "Debe haber algo más allá de la masacre y la barbarie, para
sustentar la existencia del género humano y todos debemos participar en su
busca".
martes, 15 de mayo de 2012
Canción Presidenciable
Hace algunos días, los candidatos a la presidencia de México realizaron un debate para exponer sus propuestas. La aparición como edecán del evento, Julia Orayen, fue la gran explosión periodística de ese momento. Julia fue la
encargada de entregar los turnos a los candidatos antes del debate, su presencia en el debate fue breve, pero su
pronunciado, atrevido y escote causó
sensación en redes sociales. Lo demás, lo hizo el sexismo que como en todas las sociedades actuales, es un fantasma protagonista de todo cuanto ocurre. Al primer titular de un periodico, se repitió el eco, y lo más mencionado en del debate fueron el vestido y las formas de la argentina, que aunque luego declaró ser inocente, ha sido proclamada ganadora por vox populi de las discusiones. Esta es una canción que quiere, de algún modo reflejar lo que pasó.
Canción presidenciable
Texto y música: Roberto Ruiz Rebo
(Para Julia Orayen y todos los presidenciables)
Ella es una hembra de la capital,
con cara de diosa y un aire sensual,
y cuando camina, se alborotan las esquinas,
las arrugas del espejo y la prensa nacional.
Cuando tuvo 15, no se enamoró,
aunque tuvo novios, y un día se escapó
porque comprendió que las escuelas no sabían
que debajo de su saya tiene curvas que enseñar.
Es muy cándida y espiritual
y tiene modales de vestal
y es en el amor sacerdotisa
que cosecha la malicia como grano en el trigal.
Ella es una hembra, un ser especial
con cara de gata y humilde ademán
que sale en revistas calzada y desvestida,
para alcobas de solteros, y galeras de penal.
Ella es una hembra, un ser muy normal,
que de tonta, nadie la podrá acusar
y está convencida que le basta su trasero
pa ganar el gran debate de elección presidencial.
8 de mayo 2012
Canción presidenciable
Texto y música: Roberto Ruiz Rebo
(Para Julia Orayen y todos los presidenciables)
Ella es una hembra de la capital,
con cara de diosa y un aire sensual,
y cuando camina, se alborotan las esquinas,
las arrugas del espejo y la prensa nacional.
Cuando tuvo 15, no se enamoró,
aunque tuvo novios, y un día se escapó
porque comprendió que las escuelas no sabían
que debajo de su saya tiene curvas que enseñar.
Es muy cándida y espiritual
y tiene modales de vestal
y es en el amor sacerdotisa
que cosecha la malicia como grano en el trigal.
Ella es una hembra, un ser especial
con cara de gata y humilde ademán
que sale en revistas calzada y desvestida,
para alcobas de solteros, y galeras de penal.
Ella es una hembra, un ser muy normal,
que de tonta, nadie la podrá acusar
y está convencida que le basta su trasero
pa ganar el gran debate de elección presidencial.
8 de mayo 2012
viernes, 11 de mayo de 2012
CANCIÓN PRESIDENCIABLE
(Para Julia Orayen y todos los presidenciables)
Ella es una hembra de la capital,
con cara de diosa y un aire sensual,
y cuando camina, se alborotan las esquinas,
las arrugas del espejo y la prensa nacional.
Cuando tuvo 15, no se enamoró,
aunque tuvo novios, y un día se escapó
Julia Orayen |
porque comprendió que
las escuelas no sabían
que debajo de su saya tiene curvas que enseñar.
Es muy cándida y
espiritual
y tiene modales de
vestal
y es en el amor
sacerdotisa
que cosecha la
malicia como grano en el trigal.
Ella es una hembra, un ser especial
con cara de gata y humilde ademán
que sale en revistas calzada y desvestida,
para alcobas de solteros, y galeras de penal.
Ella es una hembra, un ser muy normal,
que de tonta, nadie la podrá acusar
y está convencida que le basta su trasero
pa ganar el gran debate de elección presidencial.
La música y el texto de esta canción están protegidos por la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE)
jueves, 10 de mayo de 2012
Una Mujer
Hace algunos años, escribí estas décimas inspirado en mi madre. Mi madre ya no está... o mejor dicho: está en mi y en todos sus hijos, en el recuerdo de muchos, y está también en estos versos que hoy le dedico a todas mis amigas madres:
Una mujeres semilla
del hombreque llevo dentro,
es el más próximo encuentro
con la mejor maravilla,
es la forma más sencilla
de perpetuar el amor,
es alguna vez dolor,
dolor que mueve la vida,
es la más profunda herida
que me llena de valor.
Una mujer va en mi pecho
y yo vivo en su cintura:
no es pan para la cordura,
tampoco próvido trecho.
Una mujer va derecho
perseguida por el mito
de un sentimiento que habito
en medio de su inocencia.
Esa mujer es la esencia
del dolor que necesito.
domingo, 6 de mayo de 2012
Cafe y chocolate: bendita sea la poesía
La cultura no cede paso a nada: el arte creativo, las tradiciones, la memoria colectiva y la historia con sus convulsiones cíclicas, contadas muchas veces de manera equivocada y otras tantas manipulada, permanecen como bastiones a los que apelamos los ser humanos para no caer al vacío y al desconsuelo de la rutina diaria, y bajar a la trampa de los odios y las rencillas históricas. Todas estas razones pudieran servir de argumento para justificar la comunión y la comunicación casi perfecta de los asistentes a la peña de Fernando de la Cruz, en el Café Chocolate de la calle 60 en la ciudad de Mérida, donde gabachos, mexicanos y cubanos compartimos de manera fraternal, delicada y hermosa, nuestros sueños en forma de poemas y canciones. Ni siquiera la falta de un sistema de audio adecuado, pudo arruinar el atento deseo de escuchar melodías y versos dichos en distintos idiomas: Steve dice su poema en inglés con la humildad de un obrero y mucho amor en los ojos; una mujer de anteojos con cabellos rubios entrecanos, recita con voz dulces, los acordes de una historia cotidiana con la hermosura del asombro, Roldán pone a rodar en nuestros oídos sus propias sensaciones entre "el sudor y el tiempo". La tarde transcurre amorosa entre el calor, los sorbos de café y otras bebidas. Una cubana embiste, casi canta sus versos, al tiempo que se declara hija de Guillén, uno de los poetas mas versátiles y auténticos de Cuba. Y viene Cher, lanza una advertencia con una de sus canciones al estilo de Janis Joplin, que a mi se me antoja un suspiro. Las horas avanzan y casi oscurece cuando aparece una pequeña lámpara para ayudar la lectura. Es mi turno: Digo un par de poemas, luego canto y la gente aplaude entusiasmada: "Vendrás cerrando puerta a los adioses" dice mi canción y escucho silencio porque voy también diciendo libertad que ha de venir para todos. Y luego aparecen Martí y Joseito unidos para siempre en la historia y la música: "Guantanamera, guajira, guantanamera... la gente hace palmas y canta, y aplaude de nuevo. Fernando lee la hermosa fábula de una adolescente proclamando que la humanidad es un cesto de frutas, indudablemente el axioma perfecto al respeto de la diversidad que tanto buscamos. Se va la tarde, cálida, alegre, amable...
Es una pena que haya tan pocos libros de poemas en las librerías, cuando hay tanta poesía y tanta gente urgida del beneficio neto que tiene el verso para los sentimientos más puros de la humanidad. Cuando se piensa en una tarde como la de Café Chocolate, donde ignorando los diferendos políticos de nuestros gobernantes, nos reunimos para disfrutar de la vida y entregar de manera mutua un poco de si, gente venida de distintas raíces, con el sabio pretexto de celebrar la poesía y la creación toda. Cuando se piensa en ese abrazo de despedida que nos da un ser humano quien nos ha traído la fuerza de los versos, resulta suficiente para bendecir definitivamente a los poetas, y también a la poesía.
martes, 1 de mayo de 2012
El Papa, Cuba, México y la pelicula de Wright
Me bastó saber que el cineasta Dean Wright era el director de la película mexicana Cristiada, para sentir una enorme curiosidad de ver su primer filme. Realmente fue una especie de empecinamiento porque ya había escuchado los rumores de que era una historia demasiado larga y mal contada, además de que en mi primer intento llegué tarde a la sala de cine y me quedé con las ganas. Después de haber disfrutado de la realización de una saga como el Señor de los Anillos, una fantasía épica, dirigida por Peter Jackson, que desempolvó la novela del Inglés J.R.R. Tolkien, y en la cual los efectos especiales casi milagrosos de Dean Wright (Oscar 2005), le dieran vida y mucha gloria al filme y por supuesto a la obra literaria, era lógico, para mi, saber qué había de atractivo o chocante en el primer largometraje de esta mago de los efectos especiales. Todo ello, sumado a que hace algunos años había leído sobre la llamada Guerra de los Cristeros, en México, una sangrienta contienda desatada por el autoritarismo de Plutarco Elias Calles (Rubén Blades) durante los años 26 y 29 del pasado siglo. Para mi sorpresa el filme, que tuvo en uno de sus papeles principales al cubano Andy García (el general Enrique Gorostieta), resultó ser una película interesante y necesaria. Cuando concluyó el filme, mi esposa y yo nos miramos, y ella desenvuelta y satisfecha, me preguntó: ¿Qué te pareció la película? El filme, Cristiada, llega a los mexicanos en un momento muy particular en que el Papa Benedicto XVI, acaba de realizar un periplo por Cuba y México, dos países que en algún momento han sufrido restricciones drásticas en la profesión de fé de sus pueblos, y que aun en los días que corren, se ven limitadas a ejercer sólo en los templos, sin la oportunidad de acudir a la radio, a la televisión y a los otros medios de difusión, como lo hace cualquier institución dentro de la sociedad. En el caso de Cuba, muchas veces de manera solapada los miembros de algunas religiones como la iglesia católica, denominaciones protestantes, y los Testigos de Jehová, entre otras religiones, aun sufren drásticas discriminaciones, y muchas veces son despojados de sus derechos como establece la constitución de un estado laico. El punto de vista omnipresente en el filme mexicano es el amor a la libertad y la defensa de ese derecho universal de todos los que vivimos en este planeta, por tal razón es muy fácil identificarse con los cristeros del filme de Wright. Son muchos los criterios que andan en boca del público que ha podido ver la película, que a mi modo de ver posee un guión excelentemente construido, pese a las fallas históricas que pueda contener. Hay quienes hablan de la veracidad del encuentro entre Calles y el general Gorostieta, y la participación del llamado 14, de quien se dice era un matón de aquellos tiempos. Pero ambas ambos eventos están resuelto de manera convincente desde el punto de vista cinematográfico. La película de Wright es histórica, pero no es la historia, y en ese caso habría que investigar un poco más si se quiere llegar al fondo de algunos aspectos tratados en el filme. Particularmente, con las obras de arte me sucede lo mismo que con las buenas comidas: me gusta repetirlas. Y a veces, la segunda vez, le encuentro un mejor sabor. Por lo que me gustaría tener una segunda oportunidad con la Cristiada de Dwight, aunque me sigan diciendo que tiene ingredientes traídos de Hollywood.
miércoles, 18 de abril de 2012
La Trova de Oro bajo el cielo de Cuba
Una charla amena y de mucha sapiencia
musical tuvo lugar en el espacio “Bajo el Cielo de Cuba”, de la Emisora 103.1 FM
de la UADY, donde su conductor y animador principal, el licenciado Roberto
MacSwiney contó como invitado principal con el periodista, musicógrafo y
locutor, Lino Betancourt Molina, un cubano a quien se le considera entre los
más profundos investigadores y conocedores de la música y la trova de ese país.
El también conferencista, nacido en la ciudad de Guantánamo en 1930, conoció de
primera mano a leyendas indiscutibles de la música cubana como Ñico Saquito y
los integrantes del famoso trío de Miguel Matamoros, cuyas composiciones han
dado gloria a los ritmos del Caribe en todos los escenarios del mundo. Es precisamente
la presentación de dos documentales de la serie "La Trova de Oro" sobre la música de la mayor de las Antillas,
la razón de la visita del señor Betancourt en Yucatán. Cynthia
Biestek y Rubén Gómez Neyra, quienes también estuvieron presentes en el programa de
MacSwiney, fueron los productores y directores de estos dos trabajos
audiovisuales, ellos han plasmado en estos materiales, el testimonio y la
fuerza de la música y las personalidades de estos grandes músicos que han
dejado de ser solamente referencias en el territorio sonoro de la isla antillana, para convertirse en pilares
de los géneros de la música en todo el
orbe.
Los trabajos de la productora independiente
PositivationFilms, agrupados sobre el nombre “Trova de Oro” constituyen una serie de cortos
documentales sobre la trova santiaguera que contienen testimonios de
importantes figuras de la música cubana, como son Omara Portuondo, Eliades
Ochoa y el propio Lino Betancourt entre otros no menos importantes. Estos interesantes materiales
audiovisuales serán presentados en el Teatro Armando Manzanero de la ciudad de Mérida, durante la
Primavera Cultural, jornada que organiza la Secretaria de Cultura de Yucatán
por estos días, y serán comentados en un panel donde estarán la estadounidense Cynthia Biestek, Rubén Gómez Neyra, Lino Betancourt y Roberto MacSwiney, quien sin dudas, es el más
importante promotor de la música cubana en Yucatán.
lunes, 16 de abril de 2012
Jonathan Harrington, un poeta yuca-gringo
Jonathan Harrington, escritor y poeta |
Jonathan Harrington es un poeta estadounidense
nacido en la Florida hace poco más de 50 años, pero él se declara
orgullosamente yuca-gringo. Desde
hace más de 14 años vive en Xpakay, un
hermoso paraje de Yucatán en México, cercano al poblado de Ticul, lejos del
bullicio y la polución ambiental. Para este poeta, quien vivió algunos años en
Nueva York, vivir lejos de la ciudad, renunciando a los beneficios de la vida
moderna no es un sacrificio, y rechaza con toda modestia que sea un acto de
rebeldía, en tanto que afirma, haber regresado a su hábitat natural, y dice escapar
a la vida moderna que a través del desarrollo de la tecnología y las
comunicaciones como la televisión, la telefonía celular, las llamadas redes
sociales y un sin número de aparatos, está entorpeciendo la comunicación entre
las personas más cercanas, para crear un círculo de amigos virtuales, que por
antonomasia resultan “falsos”, según sus palabras. Jonathan nació en el campo
en el seno de una familia de citricultores donde se originó y creció su amor a
la naturaleza. Y no es que el poeta, escritor de novelas y relatos renuncie al
uso de los avances tecnológicos, sino que rechaza la idea de la incomunicación
diaria con la gente de su entorno, a costa del vínculo con personas que se
encuentran muy lejos, como ya se ha hecho costumbre entre nuestros contemporáneos.
Jonathan ha encontrado en el contacto directo y natural con las personas que le
rodean un estilo de vida mucho más acorde con sus sueños y aspiraciones como
ser humano.
El último poemario de Jonathan
Harrington no pudo tener mejor nombre para reflejar esa voluntad de comunicarse
con su entorno “Aquí”, un cuaderno de poemas bilingüe editado por JKP Publishing, de St. Louis,
Missouri, en el que aparecen dibujados de manera a veces lírica y en otras
narradas como pequeñas historias, el entorno por donde transcurre la existencia
del poeta con todos sus matices, colores, luces y sombras. Cada poema del libro
es un documento inalterable de la vida de su autor: aquí estoy/ esta es mi vida/este
cuarto/austero como celda (aquí en esta ciudad/ a miles de kilómetros/ de donde
nací) / con montones de libros en el piso; / recibos, documentos oficiales/ y
en general papeles que definen mi existencia”. Los poemas que aparecen en “Aquí”
poseen sin dudas la virtud de situarnos en entornos cotidianos que pudieran ser
los de cualquiera de sus lectores, sin embargo, la manera en que el autor se
acerca a esa realidad los hace exóticos, y a la vez transparentes y familiares,
pues no hay dudas que habitan en la memoria de cualquiera de nosotros.
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